El duelo desenfrenado

El deseo insaciable de las lamentaciones, que lleva a los gemidos y los golpes de pecho, no es menos vergonzoso que la voluptuosidad desenfrenada. (Plutarco)

No soy el único que piensa que hay algo extraño detrás de la convulsión pública que se ha creado en torno a la muerte del general Bernales. Todo indica, por la cantidad de gente que se ha manifestado, que Bernales se las había arreglado para proyectar una imagen de cercanía y sencillez. También es cierto que las circunstancias de su muerte en el extranjero fueron impactantes y trágicas. Pero los extensos ritos fúnebres, los sollozos públicos, las vigilias y homenajes, han tenido un carácter teatral, un aire inequívoco de performance colectiva. Algo más profundo que el simple condolerse se está manifestando con el exceso volcánico, contagioso, y sorprendente de tanta efusión. Las exequias del general Bernales me recordaron, guardando las distancias liliputienses, el clima que se generó en Inglaterra con la muerte de Diana Spencer: un duelo desenfrenado, sentimental en extremo, y opresivamente colectivo. Incluso la utilería ha sido similar: féretros cubiertos de banderas, cureñas, caballos sin jinete, orfeones de música tocando a tempo fúnebre, flores, los deudos en el centro del haz reflector de la fama, la mirada retrospectiva, hagiográfica. No sé si en algún momento un Elton John criollo le cambiará la letra a una canción de elegía, para dedicársela al nuevo «mártir», pero en estos tiempos la arqueología de la frase «general del pueblo» tiene que relacionarse con eso «the people’s princess«. La imagen transfigurada del general ha actuado como pararrayos para atraer una carga sicológica y emocional que sorprende por su fuerza.

Hace una semana, muchos de los que este domingo manifestaron su desconsuelo de manera tan pública no tenían idea de cómo se llamaba el general director de Carabineros ni de qué lo diferenciaba exactamente de sus antecesores en democracia. Aun ahora que su nombre ha adquirido celebridad, tengo la sensación de que la gente que expresa su idolatría por el llamado “general del pueblo” se encontraría en serios aprietos al momento de nombrar las razones concretas por las que Bernales merece ser recordado así. Lo más sustancial que he visto de las entrevistas callejeras de la televisión fueron las palabras de una mujer que había salido a la calle porque le daba pena que los hijos del general hubieran perdido a su padre y a su madre al mismo tiempo: una simple razón humana, genuina, entre un mar de generalidades y lugares comunes peloteados para allá y para acá, hasta el paroxismo, entre los medios de comunicación y el público: lo de este fin de semana ha sido un discurso elegíaco larguísimo pero notablemente vacío de contenidos.

¿Qué otra prueba se necesita para considerar la posibilidad de que algo está fuera de lugar que las escenas en que lloran niños que claramente no tienen idea de qué está pasando? Lo único que esos niños entienden es que están siendo forzados a participar en una bacanal de lamentos, el festival de la lágrima. Si esto no fuera suficiente para encontrar que esto ha sido raro, hay que considerar que el uso de la palabra “mártires” corresponde a una narrativa ilusoria (no me atrevo a decir calculada, aunque estoy a punto) en la que la agnóstica presidenta participa al recordar, con la voz quebrada, que en la “última cena” que tuvo con Bernales, éste le confió que “ese caballero que está ahí” (señalando un crucifijo) siempre lo acompañaba. Por último, el discurso de innegable cariz político que pronuncia el hijo del general frente a las autoridades confirma que en todo esto hay algo digno de ser analizado en mayor detalle. Con una intervención que (lo siento mucho, tengo que decirlo) me recordó el discurso del nieto de Pinochet en esas otras exequias, el hijo de Bernales clamó porque aparecieran los “jueces del pueblo, los diputados y senadores del pueblo”. Estoy seguro de que pronto recibirá ofertas de partidos políticos que lo querrán en sus filas. Ya se acercan, por si no se han dado cuenta, las elecciones municipales.

El general Bernales jamás soñó que su funeral sería tan fastuoso y multitudinario. Nadie, a menos que sea un megalomaníaco de marca registrada, sueña con unas exequias como las que se dieron este domingo en Santiago. Tampoco fue idea de los familiares devastados por el dolor de la pérdida. Esto lo inventaron y lo armaron otros. Los múltiples tinglados de esta puesta en escena desvían la atención de los serios problemas por los que atraviesa el país, pero también disimulan los detalles que se han revelado a partir de este desafortunado accidente. ¿Si era un viaje de trabajo, en comisión de servicio, por ejemplo, habrá alguien que se atreva a preguntar qué hacían las esposas de esos altos oficiales en el helicóptero? Si los que pagan viajes innecesarios de cónyuges de funcionarios públicos por el extranjero son los mismos ciudadanos que llenaron las calles de Santiago, entonces tal vez el llanto se justifique. ¿Habrá alguna vez una evaluación objetiva de la gestión del general Bernales, que comprenda no sólo los logros sino las áreas de sombra, como la violencia y parcialidad que caracterizan la actuación de Carabineros en tierras mapuches, con resultado de muerte? ¿Qué pasará con los criterios que aplican las Fuerzas Especiales para regular su violencia en las manifestaciones de estudiantes y trabajadores? Con esta virtual canonización del general, se hace muy difícil hacer una reflexión crítica. Es lo que sucede en un país que al parecer no tiene problemas para identificarse emocional y sicológicamente con tal facilidad con la policía nacional. ¿Dónde se verá que un gabinete entero, encabezado por la marcial presidenta, se sepa la letra completa del himno de la policía, con su lema tan fascistoide? No creo que suceda en otras partes del mundo, y eso debería hacernos meditar.

12 comentarios en “El duelo desenfrenado”

  1. No sentimos pesar ante la muerte del general chileno Bernales Alianza Territorial Wenteche- Pewenche Mapuches de los territorios Wenteche y Pewenche señalan no sentir pesar ante la muerte del general José Alejandro Bernales Ramírez. Argumento en contra de la opinión emitida por la mayoría de los medios masivos en Chile, que señalan que todo el país lamenta el deceso. «Esto es un show mediático destinado a utilizar la muerte de un policía para fines electorales» señalaron hoy los dirigentes de la red de comunidades mapuche Alianza Wenteche Pewenche respecto de la cobertura y honores el General de Carabineros Alejandro Bernales. Carlos Curinao, vocero de la Alianza, declaró a los medios que «el hombre murió en su trabajo, que consistía nada menos que en administrar la violencia del estado contra toda opinión distinta». Además «nadie en el mundo oficial se lamentó con las muertes en manos de carabineros, en la etapa en que Bernales los dirigía, de Alex Lemún en Ercilla, y de Matías Catrileo en Filcuñ, además del obrero Rodrigo Cisternas en Arauco», agregó Luis Igaiman, Presidente de la Asociación Comunal Ñenmapu de Cunco y dirigente de la misma organización. Según señalaron, la diferencia del trato del gobierno respecto de las muertes de mapuches y de carabineros demostraría una vez más que existen dos naciones distintas. Toda la preocupación mediática del gobierno ante la muerte de Bernales tendría como único fin crear héroes de guerras de baja intensidad para consolidar lo que llamaron «modelo autoritario electoral». A la vez argumentaron que «a diferencia de lo que aparece en los medios, no todos sienten pesar cuando muere un carabinero, ya que sin personalizar, son mandados por los poderosos de Chile a ensangrentar los gritos de justicia y derecho de las naciones originarias y de los chilenos pobres.» Finalizaron recordando a la población chilena que, según las cifras del mismo gobierno cada día hábil muere un trabajador chileno, en un accidente laboral. «Para ellos no hay funerales de estado, ni bonos, ni discursos, normalmente las viudas y los hijos quedan abandonados a su suerte» dijeron los dirigentes. 31 mayo 2008Carlos Curinaw Vocero Alianza Territorios Wenteche y Pewenche Logko Huañaco Millao Lof Mapu , Ercilla PU LOF XAWVN ALIANZA TERRITORIAL WENTECHE-PEWENCHE pulofxawun@gmail.com

  2. El pueblo vive de pan y circo y este es más barato. En la cuestión no existe nada nuevo, salvo el personaje.

  3. Estimado Roberto,Sinceras felicitaciones por tu artículo.La beatificación llevada a disciplina deportiva, es en este país una práctica que raya en enfermedad mental.FraternalmenteAGENCIA TÁBANO PRESShttp://agenciatabanopress.blogspot.com/(Nos hemos permitido liquear tu blog y añadir el comentario a nuestro facebook).

  4. Roberto, Tu artículo ha dado en el clavo acerca de un sentir que no pocos tenemos respecto de las exequias del general Bernales y su comitiva.Me parece que como país, nos estamos acostumbrando a estos funerales mediáticos, en donde poco importa el respeto por la genuina tristeza de los deudos. La cosa es montar un show que asegure un compadecimiento colectivo y que de paso sirva de plataforma ideal para que tanto políticos como personajes siempre ávidos de cámara, muestren al país lo sensible de sus corazones, lo buenas personas que son al lloriquear por el fallecido de turno. Es como el ritual de moda, lo más políticamente correcto que puede darse en un país que poco a poco ha ido perdiendo la compostura y dignidad frente a tragedias que por su propia naturaleza no necesitan ser excerbadas ni mucho menos utilizadas para sacar dividendos de la naturaleza que sean.Ahora bien, es muy saludable que el pueblo manifieste sus sentimientos ya sea de rechazo, tristeza o máxima alegría, siempre y cuando nazcan de manera espontánea como respuesta a algo y no como contagio viral venido directo desde los medios de comunicación, que ya sabemos por quienes son manejados.En lo particular, aún tengo en mi retina el día en que a una niña por el sólo hecho de defender una bandera mapuche, Carabineros de Chile no halló nada mejor que encerrarla y burlarse de su acto. O cuando en una manifestación estudiantil arrastraron del pelo a otra niñita que lo único que pedía era igualdad en materia de educación. Para qué hablar de aquel reportero gráfico que fue pateado y apaleado en el suelo, sólo porque estaba retratando el actuar violento y represivo en contra de trabajadores que clamaban por mejoras salariales.Podría seguir con miles de ejemplos más, en donde el «apostolado» de los señores de verde ha estado al servicio de intereses que no tienen nada que ver con los de ese pueblo, manipulado, que el domingo en extraña actitud, repletó las calles de este Santiago domado.Un fraternal saludoAlejandra Silva Garcías

  5. Excelente artículo. El festival funerario fue promovido y dirigido desde la Televisión en una extraña carrera de los canales por ser el más acrítico canonizador de un hombre que por su dignidad de tal no merecía este show. Un ciudadano que analizado en sus luces y sombras tal vez podría haber contribuido a conocernos mejor y conocer mejor a quienes cargan la responsabilidad de mantener un orden establecido por otros y en beneficio de pocos.

  6. Perdón:Pero olvidas algo, somos un país de de celebración de las catástrofes históricas:21 de Mayo, 9 y 10 de julio, entre algunas, hasta hace poco 11 de Septiembre. de parafernalia con hechos dolorosos: el día del joven Combatiente y vamos destruyendo.A mi en lo personal me importaría más que se exigiera mejor justicia, más respeto a las personas en las oficinas públicas y privadas, más trabajo del Parlamento, más oportunidades para los jóvenes inteligentes que no tienen medios, mejor educación, mejor enseñanza de lo social para hacer el día de mañana de este un país mejor.¿Sabes que me gustó a mi de este funeral? que el Dictador, ladrón y criminal debe haber estado furioso en su estado actual…» a este paco señores le han rendido los tributos yo merecía», y hay que ver cuanta gente se congregó allí venerando al «san tata», porque si aquí los imbéciles volaran pasaría nublado.Patricia Echeverría S

  7. Me parece fantástico y me tranquiliza a la vez, que podamos debatir con respecto al circo que vivimos el recién pasado fin de semana, yo también al igual que tú, Roberto recordé los funerales de la princesa Diana y también me acorde de mi madre quien me dijo, que cuando estuvo en Canadá no le gustó para nada el famoso modelo de país «desarrollado», porque sintió que el desarrollo convierte a la gente en seres netamente funcionales al sistema, de respuesta inmediata a los medios masivos y que si con el subdesarrollo existe «Masa Flotante» con el desarrollo la mayoría del pueblo se convierte inmediatamente en pura masa flotante, la cual se maneja con extremada facilidad. Que terrible, pensar que siempre nos estamos quejando de ser un país subdesarrollado cuando en realidad es que aún no nos han domesticado. ¿Nos conviene seguir acercándonos al desarrollo? Si logramos desarrollarnos seremos unos eternos agradecidos del sistema y entraremos como en dictadura en un estado de interdicción.Saludos y gracias por este foroSandra Palominos

  8. Que los Mapuches salgan a colaciòn y hagan comunicados al respecto me parece una patudez. A un adversario se le debe respetar, es parte de la sangre y el honor que los mapuches con apellidos españoles que andan tirando bombas en el sur se les olvida, o no saben porque carecen de aquel honor. Sobre el articulo, en parte tiene razon, pero al autor se le cayo encima la ideologia antes que la objetividad del hecho lo que hace restar validez a su tesis, una lastima porque estaba bien planteada hasta que se noto aquel pequeó detalle.Lo demas, bien, el pueblo esta idiotizado y eso no es novedad, sigan los lineamientos basicos del ser humano y no se dejen engatuzar por ideologias baratas.

  9. Leonidas, la sangre y el honor (no suena muy a Don Quijote? tiene ya algunos siglos y ya en su época era una ridiculización) eran respetados antiguamente para los caidos en el campo de batalla. Aquí hay un oficial caído en un viaje de placer junto a su esposa a una zona franca para hacer compras en un mal mantenido helicóptero del Gobierno panameño. Por lo tanto un accidente que la probidad habría evitado, ahorrando de paso gastos a los contribuyentes chilenos y panameños. No olvidemos que recientemente un oficial de Carabineros fue removido de su cargo por usar su auto de servicio para el traslado de su mujer en avanzado estado de gravidez.No es ideolgía barata, los mapuches no están obligados a hacer duelo(dicho sea de paso nunca irrespetaron al fallecido como se ha hecho tantas veces con sus antepasados) y en una república no hay castas privilegiadas, todas las autoridades ejercen su poder como representantes de la ciudadanía y están sometidas a las instituciones republicanas que son emanación de ésta.

  10. Respetable la opinión del pueblo mapuche, ¿pero cuantos de loe que escriben aquí les han dado su apoyo real? ¿Cuántos de los que rasgan vestiduras por ustedes aceptan tener al menos por allí escondida en su sangre una gota de la sangre de vuestro pueblo? ¿Cuántos observan con real respeto vuestros rituales, más allá de la curiosidad que les provocan? ¿Cuántos han estudiado la historia de su pueblo, que es por lo demás uno con el mapuche del otro lado de la cordillera?Patricia

  11. Es interesante ver cuanto anonimato hay en las opiniones que se vierten en este blog.Psicológicamente podríamos decir un retrato en sepia de nuestra identidad, mascullamos entre dientes, no damos la cara, aceptamos todo aunque despotricamos puertas adentro….!!que belleza!!Patricia Echeverría

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