Cuando uno se baja del avión en Ciudad de Guatemala, se da cuenta de que acaba de sobrevivir de milagro. En el descenso, las alas parecen rozar las montañas y las casuchas de cartón perdidas en la altura. Se ven perros en los peladeros ladrando con furia a cada avión que pasa. Un pequeño desvío,… Seguir leyendo Alumbra, lumbre de alumbre