El informante del tira Morales

Lo quedé mirando ahí recostado en la camilla, con esas medias espaldas que tiene todavía y esa dureza de sus manos. Sesenta y tantos años y un episodio vascular, pero todavía tiene más fuerza que yo. Nunca me voy a poder comparar con él. Más encima, veterano de guerra, sobreviviente de las dos batallas de Coyhaique, escapado de un campo de prisioneros en Argentina y conocido por no aguantarle ni una mierda a nadie. Mientras que yo, bueno, yo que soy lo que soy.